Agosto, ¡qué calor! Pero no sólo lo sufrimos nosotros, también lo sufre nuestro PC. La ventilación del ordenador es uno de los aspectos más descuidados a la hora de montarnos la máquina. Pensamos en super procesadores, en super tarjetas gráficas… pero no pensamos en que todo esto se calienta, y sin una buena ventilación estamos apañados. Así que yo me tomaría tan sólo media hora de mi vida para abrir el ordenador y hacer unos cuantos apaños.
Lo primero, quitar la tapa lateral de la caja. ¡¡Qué de polvo!! Es importante que, con un pincel, una brocha o similar, se quite periódicamente todo el polvo, mugre, y en general mierda que tenga la placa, tarjeta… y sobre todo los disipadores de calor y los ventiladores. Con mierda, nada funciona bien.
Ahora bien, ¿cómo han de ir los ventiladores? El esquema ideal es algo así como éste:
En la parte baja del frontal de la torre, un ventilador chupa aire fresco del exterior, lo introduce en la caja, y en la parte superior de atrás, otro ventilador expulsa el aire, ya caliente. La corriente que se crea es de abajo hacia arriba, y de delante hacia atrás (recordemos que el aire caliente sube). En el recorrido del aire, se refrigeran de paso los discos duros (están a la entrada del esquema).
¿Y qué pasa con el micro? Pues hay varios diseños de ventilador+disipador para el micro. Algunos son más eficientes succionando el aire fresco hacia dentro del disipador, hacia el micro, mientras que otros son mejores sacando el aire caliente del disipador, alejándolo del micro. Esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de idear el flujo de aire de la caja. Para saber de qué tipo es el tuyo, acerca la mano al ventilador del micro y notarás si te succiona o te sopla.
Con todo esto conseguimos bajar la temperatura de los componentes, y conseguimos un funcionamiento más estable.
En cuanto a qué ventilador escoger, recomiendo los de 12 cm, puesto que para crear el mismo flujo de aire que uno de 8 cm (el convencional de toda la vida) necesita menos revoluciones, es decir, que va a enfriar lo mismo con menos ruido.
De todas formas, lo mejor es una refrigeración líquida, pero eso ya es otra historia, para nuestro siguiente capítulo.
Y si no, siempre nos queda el "método tropicano":
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