Este es un artículo de colaboración escrito por la bloggera Berlinesa, también comentarista habitual en el blog. Esperamos que os guste tanto como a nosotros su primer post.¡¡ Guten Morgen Clickadictos !! O lo que es lo mismo, ¡¡ Muy buenas clickadictos !!
Me presento, soy Berlinesa, y como podéis adivinar por mi nombre, hace referencia a la ciudad de Berlín. Fue hace un par de años cuando estuve una temporada viviendo en la capital alemana. Berlín es una ciudad muy interesante, con un montón posibilidades: museos, parques, arquitectura, naturaleza y una amplia y barata oferta cervecera para aquellos amantes del zumo de cebada. Todos los rincones de la ciudad están llenos de historia, y hoy me gustaría hablaros de un icono que protagonizó uno de los capítulos más importantes de la vida de esta ciudad: el muro de Berlín.
Como quizá ya sabréis, el pasado día 13 de agosto se cumplió el 50º aniversario del comienzo de la construcción del Muro de Berlín. ¿Sabéis por qué razón se construyó?, ¿Cómo era?, ¿Cuánto medía?
Fue en 1945, tras la derrota de Alemania en la II Guerra Mundial, cuando los aliados se repartieron varios territorios, entre ellos la ciudad de Berlín. Ésta quedó dividida en cuatro sectores: el británico, el francés y el norteamericano, que quedaban en la parte occidental de la ciudad, y el sector soviético, que quedaba en la parte oriental.Existían grandes diferencias entre ambos bloques: el capitalista (zona occidental) y el comunista (zona oriental). Por ello, muchos ciudadanos de la Alemania del Este, descontentos con la política de su país, cruzaban a la zona occidental con el objetivo de buscar mejores oportunidades de vida. Este fenómeno no pasó desapercibido para los políticos del Este, y la noche del 12 al 13 de agosto de 1961 bloquearon la posibilidad de más huidas hacia el Oeste iniciando la construcción del muro. De la noche a la mañana la ciudad quedaba dividida, y con ella miles de familias.
El Muro media alrededor de 140 kilómetros. Dividía la ciudad en dos y rodeaba también todo el bloque oriental. Con los años evolucionó desde unos sencillos alambres de espino de apenas un metro de altura en sus comienzos a grandes bloques de hormigón de más de 3 metros de altura, con una estructura circular en lo alto, similar a un tubo de uralita partido en dos, que impedía el agarre y dificultaba mucho más la posibilidad de la huida. A esto había que añadir también la existencia de minas antipersona, perros policía, guardias y torres de vigilancia repartidas por todo el Muro, activas durante las 24 horas del día. Se calcula que más de 140 personas murieron intentando cruzar.A pesar de todas estas dificultades algunos afortunados consiguieron escapar hacia el lado oeste: construyendo túneles, pequeños aeroplanos o cruzando el río a nado. Si algún día viajáis a esta ciudad podréis visitar el Museo del Muro de Berlín, donde leeréis muchas historias interesantes. Una de ellas, muy famosa, es la historia de una pareja que, con motivo del muro, quedo separada: él quedó en la parte occidental, desde la que sí se podía cruzar al otro lado, y ella en la oriental. Ideó un plan y se casó con una mujer con gran parecido físico a la novia que se quedó en el otro lado. El caso es que tras varios años, cruzó al otro lado y, en secreto, fue en busca de ella. Le dio a su novia el pasaporte de su mujer, quedándose así su esposa sin documentación y regresando él con su antigua novia al lado occidental. Una historia de película, ¿no os parece?
El Muro cayó el 9 de noviembre de 1989, y después de 28 años de separación forzosa miles de familias volvieron a reunirse. Actualmente, en Berlín, quedan en pie tan sólo unos trozos de lo que fue el muro. El tramo más interesante y famoso, decorado tras la caída por más de 110 artistas internacionales, se ha convertido en una galería de arte, conocida como 'East Side Gallery'. Cuenta con más de un kilómetro de longitud y, situado al lado del río Spree, es una de las zonas más visitadas por los turistas. Un paseo muy agradable que os recomiendo si viajáis a esta ciudad.Actualmente, ya no existe el muro, pero siguen siendo visibles algunas diferencias entre las dos antiguas zonas, en la arquitectura, por ejemplo, en los precios, y en la forma de ver la vida y de vivir.
Os contaría más cosas, pero como resumen os diré que Berlín es sin duda una ciudad en la que la historia se pasea por sus calles, una ciudad que, aunque destruida casi en su totalidad en el pasado por la guerra, supo sacudirse sus cenizas para ser lo que es hoy, una ciudad abierta, multicultural, moderna y llena de vida.
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