El día 15 de Mayo como muchos sabréis se celebra en Madrid la festividad de San Isidro, sin embargo hoy no os vamos a hablar de fiestas ni de santos si no de coches y más concretamente de uno de los clásicos más queridos en nuestro país, el SEAT 600.En esta festividad madrileña es tradición para los más castizos acudir a la pradera de San Isidro, si nos damos una vuelta por allí nos encontraremos con chulapos que nos pueden demostrar como se baila un chotis, con gente que acude a coger agua del santo o simplemente una multitud de madrileños que van a la pradera a pasar el día y comer la típica tortilla o las rosquillas listas y tontas. En los últimos años además podemos encontrarnos con un montón de SEAT 600 que acuden con sus dueños a la pradera y se acaban convirtiendo en una atracción más.
El SEAT 600 tiene un hueco especial en el corazón de los españoles y es que ¿qué familia no ha tenido uno? Todos conocemos, ya sea porque lo hemos vivido o porque nos lo han contado los largos viajes vacacionales con toda la familia y su equipaje metida en el diminuto 600, algo que hoy en día nos parece casi imposible.El objetivo del 600 era claro, motorizar una España de posguerra, que estaba necesitada de vehículos, ya que las familias no se podían permitir comprar un coche de fabricación extranjera o con mayores pretensiones. De esta forma en 1957 se empezó a fabricar el pequeño 600 y se mantuvo en producción hasta el año 1973 cuando salió la última unidad de la factoría de Zona Franca, como veis fue un modelo muy longevo.
En nuestro paseo por la pradera de San Isidro pudimos ver diferentes modelos de 600, algunos de estricta serie y otros con ciertas dosis de tuning, más o menos agraciado. La simpatía de algunos de sus propietarios que no dudaban en mostrarnos sus vehículos unida a la cantidad de modelos diferentes hizo que esta muestra supusiera un escenario perfecto para poder visualizar juntas y comparar detalles de todas las versiones diferentes de 600.
La primera versión fue el 600 Normal, con intermitentes y luz de posición sobre la aleta, además de las características puertas “al revés”. Le siguió el 600D aún con sus puertas suicidas pero con intermitentes y posición abajo, además de más potencia. El primero con las puertas “cristianas” fue el 600E, que además tenía faros más grandes. El último de todos los 600 fue el 600L Especial, con salpicadero de skay y una pequeña entrada de aire junto a las ventanillas traseras. También estaba presente el SEAT 800, es decir el 600 alargado con cuatro puertas.
No todo fueron SEAT 600, en esta concentración se colaron unos cuantos intrusos tales como un precioso SEAT 850 Spider y su hermano 850 Sport Coupé, Autobiachi A112, MINI, SEAT Fura, una llamativa Vespa y un muy curioso motocarro Trimacar.Para finalizar os dejamos una galería cargada de fotos de los SEAT 600 y sus compañeros, esperamos que os gusten y os animamos a que nos digáis cuál de ellos os parece el más bonito.
Galería SEAT 600
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